Resumo
La crisis del sistema político italiano, particularmente aguda entre 1989 y 1994, se originó tanto en el contexto de grandes cambios internacionales como en el propio sistema, incapaz de resolver los principales problemas económicos, sociales y morales del país. Especialmente durante la década de 1980, la creciente corrupción del sistema político condujo a una mayor exigencia de moralidad y honestidad en la acción pública a fines de la década. Si bien algunas partes intentaron interpretar estos sentimientos, otras se vieron abrumadas por las investigaciones judiciales. El artículo examina los casos del Pds (nacido a partir de la disolución del Partido Comunista Italiano) y la Rete de Leoluca Orlando. Ambos intentaron movilizar una fuerte emocionalidad del momento, anticipando ciertos temas y modalidades de la siguiente temporada política, donde la llegada de Berlusconi trastocó las viejas divisiones políticas verticales derecha/izquierda. Construyeron los terrenos a través de los cuales ciertos movimientos populistas de izquierda -aún hoy poco estudiados- podrían encontrar un terreno fértil desde el cambio de siglo hasta nuestros días.