Resumen
Ulrich Beck propone un “manifiesto cosmopolita”. Afirma que cubre la “pregunta decisiva” de “si y cómo se puede desarrollar una conciencia de solidaridad cosmopolita”. Para ayudar ese desarrollo, propongo una ontología política que entiende la sociedad como una interacción creativa entre sus voces constituyentes. Este cuerpo de múltiples voces afirma a la vez tres virtudes políticas: la solidaridad, la heterogeneidad, y la fecundidad, es decir, la producción continua de nuevas voces a través de la interacción entre las otras. Sin embargo, este cuerpo dialógico constantemente se enfrenta a los tipos de “riesgos” que Beck pide que nosotros – los enunciadores de la carne y sangre de estas voces – resistamos como parte de nuestra solidaridad. Estos riesgos incluyen voces que se han aumentado al nivel de único dios verdadero, raza pura, fundamentalismo comercial del capitalismo, y otros “oráculos” que se presentan como discursos no revisables y tratan de eliminar la interacción creativa, la democracia agonística, de las otras voces. En este artículo, me concentraré en la ontología política básica, mostrando cómo las voces, este cuerpo social dinámico, proveen nuestras identidades y nos empujan a una tras otra de nuestras contestaciones sobre el significado apropiado del mundo que habitamos juntos. Después añadiré unas palabras sobre cómo esta ontología sugiere una manera de resistir los riesgos, los oráculos, sin sacrificar las tres virtudes políticas durante el proceso.